Por Alfonso BLANCO CARBAJAL
Su vocación hipocratica despertó en Esteban Villegas Villarreal una inspiración filantrópica que le llamó a dedicar la Noche de Independencia en visitar enfermos internados en los hospitales locales, renovar promesas de asistencia médica y brindar confianza a los familiares de los pacientes.
Visto desde cualquier ángulo, Esteban le dio una pincelada de sencillez a su gobierno y rompió la tradición de celebrar con lujos, suculentos platillos y buenos vinos que echaron a perder los viejos odres de muchos que pudieron enaltecer a Durango y solo engordaron sus bolsillos.
Para algunos es un acto de populismo en un momento crucial, de transición para un Durango violado, robado, ultrajado, pisoteado y burlado por quien hizo tanto juramentos públicos de «bañarse» por el cambio, un supuesto periodo de renovación que en todas partes convirtió en «desmadre»
El nuevo gobernador del estado comenzó a gobernar con cautela. Tuvo seis años de aprendizaje con los errores cometidos por el que se fue con ese cambio sin despedirse, el mismo que celebró con «patriotismo» su primer noche de gobernador, con un banquetote opuesto a sus promesas de austeridad promulgadas durante su campaña. Le urgía tener el poder para disfrutarlo y disponer a sus anchas del erario estatal.
Villegas Villarreal, con un patriotismo austero, obligado por las circunstancias que tienen el sello y la firma de Rosas Aispuro, empezó a levantar con un recogedor y una escoba lo que queda del Durango desahuciado y un cambio prometido que no consolidó porque ni siquiera intentó ejecutarlo.
“No les voy a fallar”, garantizó Esteban el día 19 de junio, al refrendar su compromiso de «formar un gran gobierno para Durango”, instantes después de recibir la constancia de mayoría que certificó su victoria electoral y lo acreditó gobernador electo por 370 mil 924 electores.
Como gobernador en funciones se alejó del ruido que causa la vanidad, dejó su papel político y se convirtió en samaritano, pero dejó colgados a los patriotas tradicionalistas que con anticipación se saborearon la gorra «porque no hay quien le corra», y lo regalado, porque muchos están acostmbrados a comer y beber hasta quedar tirados.
Renovó su compromiso de crear un modelo de asistencia que dignifique los servicios de salud y que fortalezca a su personal con espacios equipados para que efectúen bien su trabajo y aumenten la capacidad de atención medica a quienes lo necesiten.
Algunos lo ven con incredulidad porque los ultimos tres gobernadores, Ismael Hernandez Deraz, Jorge Herrera Caldera y Jose Rosas Aispuro Torres se excedieron y endeudaron mas a Durango, aparte de dilapidarlo.
La gente habla y repite lo que esucha. Aseguran que detrás de un acto de compasión o de bondad de los pacientes hospitalizados está una mujer, y dicen que Marisol Rosso Rivera tomó la iniciativa de sugerirle a Esteban Villegas que dedicara la Noche de Independencia a recorrer hospitales y llevarles esperanza a los familiares de los pacientes; que se olvidara de la cena porque en tiempos de crisis la verdadera austeridad es su aliada. Dicen, y cuando la gente dice es porque hay algo de verdad en los comentarios, con la misma proporción que ocurre con los rumores.
También comentan que Esteban adoptó esa inclinación filantrópica y estableció con los enfermos un compromiso verbal, es decir, empeñó su palabra y se comprometió a velar por ellos como su principal objetivo de gobierno.
Puede parecer populista su postura, pero en estos momentos de crisis, las vicisitudes del sector salud requieren la mayor atención posible y constante. Es la ocasión propicia para que Esteban conquiste a muchos de los que no votaron por él y son sus detractores en las calles porque no tienen confianza. Los tres ultimos ex gobernadores convirtieron el suelo firme de Durango en arenas movedizas y dejaron un panorama desolado en materia de programas de asistencia social. Y sembraron por todos lados la desconfianza en el nuevo gobierno del estado.
Esteban tiene que conquistar a muchos escépticos, pero debe ganárselos con la respuesta que prometió a los enfermos porque no tienen recursos para adquirir los medicamentos y las instituciones hospitalarias tampoco.
Su marco referencial de «hacer un gran gobierno para Durango» y su apuesta por el ejercicio del primer gobierno de coalición en el país, su gobierno, pronunciado en esa misma fecha, brinda a Esteban la oportunidd de fijar sus objetivos en materia de salud que «formará con gente valiosa, mitad mujeres y mitad hombres, que estén decididos a ofrecer buenos frutos desde el primer día de su trabajo en el gobierno estatal».
Convirtió en praxis cognitiva los traspíes de Aispuro Torres, pero no todos los duranguenses armonizan con él. Le avientan veneno con improperios como los avientan contra el ahora villano ex gobernador. En ambos casos expresan razones enfocadas en justificar sus opiniones. Muchos aispuristas no creen lo que hizo Aispuro Torres porque todavia padecen la ceguera que causa el fanatismo, tendencia irracional que siempre identifica con aureola a los que lucen cola y cuernos
Otros escupen con cierta molestia y muy indignados contra ambos mandatarios, el que entró y el que salió. Contra Aispuro Torres vituperan porque los dejó colgados con el apestoso cambio que no hizo, y avientan rayadas de madre en todas direcciones. Con incertidumbre dicen: «no sabemos como nos va a ir con Esteban.»
-«Yo voté por el cabrón de Aispuro y salió mas largo que la cuaresma», dijo un comerciante que aseguró también que siempre lo elogiaron, le echaron porras, lo engordaron, lo dejaron que se inflara, los medios de comunicación lo presentaron como un «estadista cuajadote» porque creían en él y a todos nos vio la cara de pendejos».
A mi no, aclaré de inmediato. Siempre he sostenido que Aispuro salió mas largo que las unidades de pesar y medir del sistema metrico decimal.
-¿Usted también lo elogió? Inquirí al vendedor sin entrevista formal porque soy un cliente mas de su negocio.
-'Pos si. Pa' que voy a decir que no. Soy panista y aposté por el cambio social y económico de Durango, no de la personalidad fregona que muchos imaginamos iba a traer prosperidad. Antes, Aispuro convivía con la gente en las calles. No era gobernador. Después, como gobernante, nunca volvio a salir del bicentenario. Demostró cómo era en realidad, pero «lo creimos diferente por la imagen que manejaba de "muy gente", "muy de nosotros". Así lo promovieron con su publicidad. Sembraron en nosotros un imagen muy fregona de alguien que ya nos habia tomado la medida».
Otro vendedor de la misma área explica que Aispuro perdió el rumbo de la gubernatura y cuando pasaron cuatro años «se enteró que no habia hecho nada. De inmediato se sacó de la manga su mejor carta para apostar por el méndigo puente con el que nos dejó jodidos y comprometidos».
¿Jodidos y comprometidos por qué? Inquirí también en una charla informal.
-Casi por nada oiga. No soy economista ni soy especialista en finanzas. Vivo de las ventas y conozco los conceptos del crédito y el pago inmediato, en efectivo; conozco el toma y daca. Aispuro dejó a Durango en bancarrota. Endeudado mas arriba del cuello. Sin capacidad de compra ni pago de sus adeudos.
¿Como lo vincula con este momento de transición política? Le pregunté al encolerizado asipurista.
-Al comenzar su administración, Esteban tiene que empezar a tramitar nuevos prestamos para evitar que Durango llegue al colapso. Imagínese que tenga que pedir prestado para pagar los salarios del personal. Algo semejante a lo que vive en estos momentos la UJED. De cualquier manera no va a haber recursos financieros para obra pública, obra verdadera y necesaria, no de relumbrón como ese puente que Aispuro soñó como su maxima expresión onírica, patrocinada por el erario estatal. Ese capricho va a perjudicar a la siguiente generación, tal vez a dos, porque no van a ver obras que correspondan a las necesidades de los habitantes. La hebra se revienta por lo mas delgado y Esteban va a tener que tragar camote y robarle a cada programa en lugar de aumentarle para restaurar las partes más deterioradas de su administración. Durango es el estado mas jodido del país. Lo informó la secretaria de Hacienda, expresó el irritado comerciante.
Y asi como esos comerciantes, muchos están inconformes están que revientan contra Aispuro.
Lo mas gacho del rebaño de electores locales consiste en que «balan» unos con rabia y otros con agrado, en un Durango matizado por esa polarización que al final favoreció a Esteban Villegas, de quien propagan comentarios buenos y malos. Argumentan que de los males «se eligió el menor».
Esteban es de los males el menor, comentó luego, porque pusimos en la balanza a Marina Vitela Rodríguez y a Esteban Villegas Villarreal. Anotamos los hábitos de ambos. En el pizarrón, Marina salió ganona porque contrajo la enfermedad del amor que sienten muchos políticos por adqurir bienes raíces con recursos ajenos, del presupuesto público.
Usted habla en plural. Dice muchos «pusimos» en la balanza ¿Quienes son esos muchos?
-Gente como yo. Comerciantes, en platicas informales, de fines de semana, al margen de organismos privados y políticos. Nosotros nos reuníamos y platicabamos por nuestra cuenta.
Hay opiniones encontradas y todas están llenas de dudas. Hablan mucho de un Esteban que fue alcalde y, según ellos, en la alcaldía se fue grande. Sostienen, con la fuerza que dan el rumor y el chisme en la calle, que dispuso de fondos y que hizo lo mismo que todos.
Coinciden en sus charlas antagonistas y desconfían del nuevo gobernador, aunque empezó a darles muestras de que es más fuerte su deseo por unir a Durango, con soluciones y respuestas que armonicen con las necesidades y carencias que padece el estado. Aispuro Torres y su gente agarraron lo que pudieron, no importa que haya asegurado que «no se lleva nada que no sea de él».
Esteban va a empezar desde cero, con todos lo platos rotos que le hereda su antecesor. Es el momento oportuno para devolverle a Durango la confianza y unirlo como lo prometió durante su campaña. Trabajar sin culpar a nadie porque la gente ya sabe quien cometió el saqueo e hizo el tiradero.
Si va a aportar elementos para que la fiscalía del estado los vincule a proceso por mañosos, debe apresurarse para que la gente confíe en él y deseche los comentarios cismáticos. Molestos y resignados, aseguran que «es igual que ellos y no va a hacer nada».
Hay que esperar tantito. Tal vez Villegas si va a procesar a algunos de los chicos malos de Aispuro, menos a él, que en este momento se burla de los duranguenes como se burlaron los otros dos ex gobernadores.
La moneda de la confianza y de la duda está en el aire.
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