Jugadores de la selección saudí en su entrenamiento secreto
Alberto Marcos
Es el equipo que más conjuntado de todos va a llegar al Mundial de Qatar 2022. Mientras que 31 selecciones todavía esperan que las ligas nacionales se detengan, Arabia Saudí lleva semanas de ventaja.
El equipo asiático anunció que a partir del 17 del pasado mes de octubre iba a comenzar su concentración para preparar a conciencia la cita mundialista, un lujo que ninguno de los otros combinados nacionales se han podido permitir.
Las circunstancias que envuelven a esa preparación de Arabia Saudí son peculiares. La mayoría de los futbolistas que se marcharon hacia los Emiratos Árabes Unidos, donde se realiza la concentración, pertenecen a la liga saudí, una competición que decidió parar antes que ninguna y darle esa concesión a su selección.
El plan a seguir era claro, hacer grupo, entrenar duro y además jugar una serie de partidos amistosos ante otras selecciones para engrasar la maquinaria. Hasta ahí todo podría ser normal, pero las cosas cambiaron al anunciar que esos encuentros se disputarían a puerta cerrada, sin televisión y sin acceso para los medios de comunicación que tuvieran intención de informar acerca de lo sucedido.
La selección saudí se limita a informar con una pequeña nota de prensa en su página web o un simple mensaje en sus redes sociales del resultado. Incluso se permite el «lujo» de dar el nombre del goleador, si es que lo hubiera, pero hasta ahí fluye la información. Esos rivales a los que se miden los asiáticos reciben una contraprestación económica por el amistoso, aunque el desembolso de dinero no es algo que parezca importar nada.
ARABIA SAUDI
La preparación secreta
El debut de Arabia Saudí en el Mundial de Qatar está fijado para el próximo 22 de noviembre. La selección asiática está encuadrada en el grupo C junto a México, Polonia y Argentina. Ell primer partido será contra la albiceleste, mientras que el 26 de noviembre jugarán ante Polonia y el día 30 cerrarán contra México.
La concentración de los 32 hombres dirigidos por Herve Renard comenzó el pasado 17 de octubre, por lo que el margen hasta el primer partido del Mundial es de más de un mes. La selección de Arabia Saudí viajó hasta Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, desde el Aeropuerto Internacional King Khaled de Riad para afrontar así una eterna concentración.
En el menú, cinco partidos amistosos con Macedonia, Albania, Honduras, Islandia y Panamá como rivales. De esos 32 jugadores, una buena parte militan en equipos de la liga del país, una competición que se detuvo el pasado 16 de octubre para dar prioridad a la preparación del combinado nacional.
«Se decidió que la selección jugará sus partidos ante Macedonia, Albania y Honduras cerrados al público y a los medios de comunicación», exteriorizó la Federación saudí en un comunicado. La falta de transparencia es, por lo tanto, la principal tónica que ha envuelto a los primeros compromisos de preparación para el Mundial, tres partidos en los que Arabia Saudí ha vencido a Macedonia (1-0), y ha empatado ante Albania (1-1) y Honduras (0-0). Ni una pista de más quieren dar los asiáticos a sus rivales de grupo para tratar de dar la sorpresa y colarse en los octavos de final.
Con un escueto comunicado en su página web, al que no se puede llamar ni siquiera crónica, o con una pequeña publicación en sus redes sociales informó la selección saudí de aquellos partidos. «La selección empató con Honduras (0-0) en el partido amistoso internacional que los enfrentó la noche del domingo en el estadio Al Nahyan, como parte de la tercera fase del programa preparatorio para la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 que inicia el próximo noviembre», se reducía a informar Arabia Saudí de uno de sus encuentros a puerta cerrada.
Su sexto Mundial
Arabia Saudí está poniendo todo lo que tiene en su mano para poder superar la fase de grupos. Se ven con opciones y piensan que no están muy lejos de rivales como México o Polonia, sí más de Argentina, y por eso creen que este mes de concentración privada puede ser uno de los factores que desequilibre la balanza.
Todavía les queda jugar otros dos partidos amistosos más en Abu Dabi ante Islandia y Panamá, compromisos importantes porque la fecha de inicio del Mundial se acerca. Para medirse a todas esas selecciones, han ido tirando de talonario y pagando su caché para utilizarlas como sparring (combativo, beligerante, contendiente).
Ese será el sexto Mundial en la historia de Arabia Saudí. Los asiáticos realizaron su debut en Estados Unidos, en 1994, y allí llegaron a los octavos de final, donde cayeron ante Suecia. Sus otras cuatro presencias en la cita mundialista, en Francia, Corea y Japón, Alemania y la última en Rusia resultaron ser unas aventuras de un camino corto, ya que nunca llegaron a superar la fase de grupos. Ahora, con un equipo donde no hay ni un solo futbolista que milite en una liga europea, quieren dar la machada.
Extraño acuerdo de LaLiga
En el año 2018 LaLiga sorprendió al anunciar que llegarían a diferentes equipos varios futbolistas árabes como consecuencia de un acuerdo de patrocinio. Un total de nueve jugadores aterrizaron en diferentes clubes de primera y de segunda división, de cuyo nivel se dudaba, y todo fue más chocante al corroborar que los propios equipos recibirían dinero por acoger a esos futbolistas en calidad de cedidos.
Ese acuerdo se acogió con mucho escepticismo en toda la afición y los resultados, al menos futbolísticos, fueron desastrosos. Tan solo uno de esos nueve jugadores llegó a disputar algún minuto, fue Salem Al-Dawsari, que con el Villarreal llegó a debutar contra el Real Madrid. Del resto no hubo noticias, y esa iniciativa pasó con mucha más pena que gloria.
De ellos, se llegó a decir que eran los mejores futbolistas saudíes. «Es un acuerdo muy positivo, porque va a permitir a clubes modestos, con dificultades para desarrollar su marketing internacionalmente, ser atractivos en otros mercados», apuntó Javier Tebas. «Hay jugadores de mucho nivel lejos del radio de acción habitual de los equipos europeos», matizó. Lo cierto es que ninguno de ellos triunfó.
Fuente: El Español
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