Amigos se toman un selfie en Londres
FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES
Captar fotos innecesarias con la cámara del celular afectan la memoria, asegura Giuliana Mazzoni, profesora de psicología de la Universidad de Hull en Inglaterra.
Tomar decenas o cientos de fotos con los celulares es algo común cuando se disfrutan vacaciones. Cada detalle es registrado, con interés especial en selfies, y compartido luego en redes sociales.
La experta en memoria señala que el hábito de fotografiar «sin detenerse» tiene serias consecuencias en la capacidad personal de recordar y podría crear un «conflicto de identidad».
Incluso se tienen registros de 259 personas que han tenido muerte accidental durante siete años de buscar el autoretrato perfecto. Se cree que la pareja de blogueros de parque Yosemite de EE.UU murió al intentar tomarse una foto en ese centro turistico y recreativo de EE.UU., el pasado 25 de octubre.
"Baja el nivel de atención"
Mazzoni cita un estudio de 2018 según el cual tomar fotos de un evento en lugar de estar inmerso en la experiencia del momento lleva a un recuerdo más pobre de la situación. (Tamir et al, Journal of Experimental Psychology).
"En general, tomar fotos innecesarias y rapidas baja el nivel de atención hacia lo que se fotografía, sea un objeto, un paisaje o una persona", señaló Mazzoni a BBC Mundo.
Celular con un selfie enfocado
FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES
Las fotos pueden ayudar a recordar algo que se ve con los ojos, pero reducen la memoria sobre las conversaciones sostenidas durante esos eventos. La excepción a esa regla puede ser el caso de un fotógrafo profesional, que se concentra más en lo que busca captar.
Pero en general, cuando hay conciencia de que todo queda registrado «para verlo después», se presta menos atención y puede disminuir la codificación de esos eventos en la memoria, insiste Giuliana Mazzoni.
«Esas experiencias o personas se volverán por lo tanto menos memorables porque los recuerdos sobre esos acontecimientos son menos accesibles». La memoria debe ser ejercitada en forma regular para un buen funcionamiento, afirma la investigadora.
«Hay muchos estudios que documentan la importancia de prácticas para ejercitar la habilidad de recordar, por ejemplo, en estudiantes universitarios. Y la calidad de los recuerdos puede ser limitada en otro sentido».
Mientras las fotos pueden ayudar a recordar algo que se vio con los ojos, reducen la memoria sobre las conversaciones escuchadas en esos eventos, según un estudio de 2017. (Barasch et al, Psychological Science).
Discrepancias de identidad
Mazzoni aclara que el registro constante de experiencias en celulares puede ser beneficioso en el caso de pacientes con problemas de memoria o enfermedades neurológicas.
Para la mayoría de las personas, sin embargo, ese registro fotográfico contínuo puede crear recuerdos pobres y generar "discrepancias de identidad", y reiteró que «La relación entre los recuerdos personales y la identidad es bidireccional», afirmó la investigadora a BBC Mundo.
Joven se cubre el rostro con un cartel que tiene el signo de interrogación
FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES
El constante registro fotográfico persoal puede crear «discrepancias de identidad» porque «por un lado somos lo que recordamos ser. En otras palabras, nuestra identidad actual fue moldeada por lo que recordamos de nuestra historia personal, pero por otro lado, las experiencias nuevas pueden cambiar en forma drástica lo que creemos ser».
Mazzoni dio el ejemplo de una persona que se cree mala estudiante por su pasado, aunque experiencias recientes cuestionan esa creencia.
«¿Que soy entonces, una mala estudiante o una buena estudiante? Hay una discrepancia que puedo reconciliar al adaptar mis recuerdos anteriores para que encajen con mi identidad actual».
Si todo está registrado en cada detalle, no es tan flexible esa adaptación de recuerdos para evitar conflictos de identidad.
Selfies poco espontáneos
Otro problema, en el caso de los selfies es la «falta de espontaneidad», según Mazzoni.
"Las poses no son naturales y a veces la imagen de la persona se ve distorsionada".
Tres amigos se tomán un selfie
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES
«Esas fotos también reflejan una tendencia narcisista que nos lleva a gestos forzados o sonrisas artificialmente amplias. En otras palabras, esas fotos no reflejan quienes somos».
Y si se depende en gran medida de ese tipo de selfies para recordar el pasado, se puede acabar en la creencia de «una autoidentidad distorsionada en base a la imagen que queremos dar a los demás».
Mazzoni señala que hay pocos estudios sobre la influencia de selfies y celulares en la memoria, por lo que debe investigarse más su impacto cognitivo. No se ha estudiado, por ejemplo, el impacto que tiene para los niños ser fotografiados con frecuencia por los mayores.
¿Acaban esos niños adoptando poses para la cámara? ¿Registran esos eventos en forma diferente por no estar inmersos en su experiencia?
Cuando los niños son fotografiados con frecuencia ¿afecta esto la forma en que graban sus recuerdos? FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES
Por el momento, algo está claro, según Mazzoni, quien describió en un artículo en el sitio The Conversation una experiencia que seguro muchos comparten.
«Visité uno de los mejores museos de arte del mundo, el Museo del Hermitage en San Petersburgo, y esperaba contemplar en forma serena las obras maestras, pero mi vista estuvo bloqueada por una pared de celulares».
«Las fotos son buenos recuerdos, pero demasiadas fotos empobrecen nuestro disfrute de la vida, que debe ser saboreada a través de nuestros cinco sentidos».
«La próxima vez que te encuentres en un museo, tómate un momento para mirar y vivir la experiencia».
Fuente: BBC News
Comentarios