Putin da un salto cualitativo en la guerra al desplegar armamento nuclear en Bielorrusia
"No entregamos armas. Hacemos lo mismo que hace EE.UU desde hace 10 años con sus aliados de la OTAN".
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado un acuerdo con su homólogo bielorruso, Aleksandr Lukashenko, con el que colocará armas nucleares tácticas en su territorio. Desde el Kremlin han asegurado que lo harán "sin violar nuestras obligaciones internacionales sobre la no proliferación de armas nucleares".
En 1962 Cuba fue el enclave que presenció la denominada 'crisis de los misiles', a día de hoy es Bielorrusa el lugar que podría encabezar las tensiones nucleares. Lukashenko mantiene el rencor de haber tenido que entregar las armas nucleares a Rusia, desplegadas tras la disolución de la Unión Soviética, en 1994. Es ese rencor el que justifica sus amenazas de solicitarlas de nuevo a Moscú en caso de que Estados Unidos las transfiera a Polonia o Lituania. "Recurriré a Putin para recuperar las armas nucleares que entregué sin condiciones en 1994". Según asegura Putin "en cuanto a nuestras conversaciones con Alexander Grigoryevich Lukashenko, el desencadenante fue la declaración del viceministro de Defensa británico de que van a suministrar municiones de uranio empobrecido a Ucrania, esto de alguna manera está relacionado con la tecnología nuclear. Incluso fuera del contexto de estos eventos, Lukashenko ha estado planteando durante mucho tiempo la cuestión del despliegue de armas nucleares tácticas rusas en el territorio de Bielorrusia".
El traslado de estas armas a territorio bielorruso y fronterizo a Polonia jugaría un papel similar al que efectuaron en el territorio cubano,en ese caso próximo a los Estados Unidos. El alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha afirmado que el despliegue de armas nucleares tácticas de Rusia en Bielorrusia supone "otra escalada del conflicto, otra muestra de la colaboración del régimen dictatorial de Bielorrusia con Rusia".Desde Rusia restan importancia al hecho al alegar que Estados Unidos ha estado haciendo lo mismo en los territorios de países de la OTAN en Europa, entre los que mencionan, "si su memoria no falla", Alemania, Turquía, los Países Bajos, Bélgica, Italia y Grecia. "¿Por qué los estadounidenses hacen esto con sus aliados, se despliegan en su territorio y enseñan a sus tripulaciones y a sus pilotos a usar este tipo de armas?", se ha cuestionado el presidente ruso.
Desde mediados de los años noventa Rusia no anunciaba la colocación de armas nucleares tácticas fuera del país. Cuando la Unión Soviética colapsó en 1991, se desplegaron armas nucleares en los cuatro nuevos estados independientes: Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán. No fue hasta 1996 cuando se transfirieron todas ellas en Moscú. En esta ocasión se trata de Bielorrusia, quien según afirma Putin era algo que Lukashenko llevaba tiempo pidiendo al ver el despliegue de la OTAN en la limítrofe Polonia.
Las armas nucleares tácticas (TNW) son aquellas que se utilizan para obtener ganancias específicas en el campo de batalla, en lugar de destruir, por ejemplo, las ciudades más grandes. Rusia posee un elevado número de TNW, muy por encima de Estados Unidos y la OTAN, aunque se desconoce la cantidad total ya que se trata de un área envuelto entre las traiciones de la Guerra Fría. La Casa Blanca estima en 2.000 las ojivas tácticas en funcionamiento, lo que supone una cantidad diez veces mayor que la norteamericana.
En el caso estadounidense, quien cuenta con 200, las ha desplegado en seis bases aéreas en Italia, Alemania, Turquía, Bélgica y los Países Bajos.
El Tratado sobre la No Proliferación (TNP) es "es la piedra angular de los esfuerzos mundiales para prevenir la propagación de las armas nucleares, fomentar la cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear y promover el objetivo del desarme nuclear y el desarme general y completo", tal y como lo define el International Atomic Energy Agency (IAEA). Este tratado entró en vigor en el año 1970 y forman parte de él 191 Estados (entre ellos Rusia y Estados Unidos), los cuales se han comprometido a luchar para la no proliferación de este tipo de armas. En el caso de los países no poseedores de armas nucleares se han comprometido a no fabricar o adquirir de otra manera armas nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos, entre ellos Bielorrusia.
Por este motivo, como conocedor de lo pactado Putin ha asegurado que "no violaremos nuestras obligaciones, enfatizo, no violaremos nuestras obligaciones internacionales sobre la no proliferación de armas nucleares. No estamos entregando armas. Básicamente estamos haciendo lo mismo que han estado haciendo los Estados Unidos durante una década. Tienen aliados en ciertos países y ellos entrenan a sus transportistas, entrenan a sus tripulaciones. Vamos a hacer lo mismo. Esto es exactamente lo que pidió Lukashenko".
El traslado de estas armas a territorio bielorruso y fronterizo a Polonia se trata de una táctica que aviva el fuego de la guerra fría, ya que supone un grave peligro para Europa por la proximidad a territorios de la OTAN. Como explica Pablo de Orellana, profesor de relaciones internacionales de la universidad King's College de Londres, "es una forma de usar las armas sin usarlas realmente".
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Esta estrategia de disuasión ya ha sido anteriormente aplicada por la OTAN. A pesar de que sólo Francia y Reino Unido poseen armas nucleares propias, son cuatro los países europeos en los que Washington ha cedido bombas tácticas de gravedad nuclear B-61. Polonia ya ha solicitado estar incluida en este grupo al alegar la necesidad de refuerzo en su seguridad.
Reacción desde Europa
El alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha afirmado que el despliegue de armas nucleares tácticas de Rusia en Bielorrusia supone "otra escalada del conflicto".
Borrell ha dicho que el despliegue anunciado por el presidente ruso es también "otra muestra de la colaboración del régimen dictatorial de Bielorrusia con Rusia. Muestra que tenemos razón cuando tomamos medidas contra el régimen de Bielorrusia", cuando se adoptan sanciones, agregó.
El representante no ha dejado pasar la oportunidad para recalcar que en Bielorrusia hay más de 1.500 prisioneros políticos y que es "«sociedad atenazada por un régimen completamente cautivo de su alianza con Moscú y el despliegue de armas tácticas en Bielorrusia aumenta el grado de dependencia de ese régimen que la UE ya ha sancionado y combate apoyando a las fuerzas bielorrusa» que luchan frente a él, añadió.
Ante lo cual, subrayó, hay que seguir haciendo «más de lo mismo»: «mantener las sanciones, mantener la presión, mantener el apoyo a la oposición bielorrusa, apoyarles financiera y políticamente, todo lo que podemos hacer, pero hay que seguir haciéndolo».
Fuente: El Español
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