Por Alfonso Blanco Carbajal
Eran aislados, remotos y muy extraños los casos de filicidio y de repente se volvieron comunes en el globo terráqueo como el homicidio, junto con el matricidio y el parricidio.
No importan las culturas milenarias, ya no tienen ninguna influencia en la formación de los nuevos habitantes del planeta, marcados por un corazón siniestro en su mayoría y con tendencia a la amenaza como recurso de poder.
Ocurre en la India, China, Paquistán, Rusia, EEUU, Europa y el Continente Americano como acontecimientos diarios y alcanzaron la clasificación de delitos comunes por su presencia constante.
México también ostenta su posición en ese comportamiento social que tal vez ha sido provocado por las desviaciones culturales, alteraciones religiosas, influencia de culturas ajenas y el influjo transmitido por los distintos medios de comunicación, con la velocidad vertiginosa que se difunden los acontecimientos por medio de las redes sociales.
Es real ese cambio degenerativo que padece la humanidad porque ahora los hijos golpean con frecuencia a sus padres, los lanzan a la calle, los amenazan, los matan y no se conforman con arrebatarles la existencia. Algunos se van a los polos opuestos de su conducta y han llegado al extremo de mutilarlos y arrojar en distintos lugares las partes que hicieron con el cuerpo.
En los últimos meses los medios han publicado noticias de hijos que desmembraron a sus padres en diferentes partes del mundo. El comportamiento de los matricidas y parricidas no es propio de una región o país. Ocurre en todas partes del mundo. Ahora si que vale la pena retomar el tema aquel de la botella de coca cola que se narra en el libro «Los dioses deben estar locos».
Si, pero no se ha sabido nada que indique a la humanidad que los dioses están matando a sus padres. Todo gira alrededor de los humanos que cada día amanecen mas deshumanizdos por diferentes causas.
Algunos casos se concibieron por la codicia y la avaricia que se incubó en el corazón de esos hijos que dejaron que influencias de terceros se incubara en ellos o se fomentara el odio, los inflara más y se convirtieron en enemigos de sus progenitores en el momento crucial de una divergencia colectiva por desacuerdos en el reparto de herencias.
Eso sucede cuando hay bienes codiciables en una distrofia familiar, pero por qué se presenta también cuando las familias son menesterosas, no poseen bienes inmuebles ni muebles para repartir ¿Qué emociones influyen en la ruptura y choque entre consanguíneos si no hay bienes materiales en medio de sus divergencias?
Esa no es locura. La locura es un desequilibrio emocional de reflejos edificantes, constructivos que centraliza y balancea al que la padece y es muy contraria a la estulticia, la idiotez y la imbecilidad que convierte en monstruos a sus víctimas y los transforma en amenaza social y familiar.
La locura está reñida con la idiotez al grado de que los locos viven convencidos de que «locos locos hay muy pocos, y que de los que se dicen locos hay que dudar mucho porque pueden ser puros imitadores».
La idiotez es una clasificación médica que se aplica a una persona poco inteligente que dice puras idioteces. Imbécil es el que padece imbecilidad o deficiencia mental. Estulticia es ignorancia, necedad o estupidez de una persona y la padecen los insensatos, los que no tienen sensatez y por su condición natural son imprudentes, inmaduros y peligrosos con sus actos.
«Del loco se habla poco» y no hay mucho que decir de su probable relación con los trastornos mentales porque el diccionario lo describe como un trastornado o perturbado de las facultades mentales, que no tiene juicio o se comporta en forma disparatada, imprudente, temeraria sin pensar en las consecuencias.
De una u otra manera no se le vincula con la desviación de la estulticia porque existen atenuantes históricos de que los hombres mas famosos influyeron con sus actos, sus decisiones y su vida en la formación del tronco social y humano del que formamos parte. Se habla mucho de los grandes locos Alejandro Magno, Cayo Julio César Augusto, el más grande y único loco de los emperadores romanos; Genghis Khan, Arquímedes, Platón, Sócrates, él unico loco que se autodescribió como ignorante; Arístoteles y una lista interminable de locos locos hasta llegar al escritor Herman Hess que relata una enfermedad y una crisis planteada como curación, no como un mal que conduce a la muerte y todo lo contrario a un desastre.
Algunos se adaptan al Lobo Estepario, la obra del escritor suizo-alemán que está considerada solo para locos y con ella se identifican grandes locos que aseguran no llegaron lejos porque fueron puestos en caminos distintos con objetivos distintos.
Esa locura edificante puede ser una especie de amortigudor en las explosiones emotivas que trastornan a unos y los convierten en monstruos, enemigos de las familia y de la sociedad. Ojala que esa locura no se pierda y se mantengan estables, que no lleguen a ser huespedes de la casa de la risa y siempre piensen que son lo mejor que puede tener la familia y el tejido social que necesita el equilibrio perdido desde hace muchos años.
Esa locura necesita el humano para ser parte del conglomerado universal. Esa locura es necesaria en toda su originalidad, no que sean parte del montón y solo quieran ser locos por imitación.
Ese es el mundo de los locos locos, no ese en el que ahora se reparten golpes, torturas y muerte para los padres y familiares solo porque no les dieron los buenos dias o porque se los dieron de la manera que no querían. Esos son puros imitadores.
Pequeña muestra de la descomposicion del tejido
social que transita de la locura hacia la imbecilidad.
Por agresión verbal, tan grave como la física en el seno de una familia y amenazas de muerte con arma blanca a su madre, delante de una hermana, dos sujetos fueron arrestados y trasladados a la cárcel en respuesta a una llamada telefónica que demandaba auxilio este lunes 09 de octubre.
Aparte, la hermana de los agresores salió a pedir ayuda a la calle y en ese momento pasaban los policías estatales que atendieron, detuvieron y desarmaron a uno de los presuntos agresores. y a ambos se los llevaron detenidos por petición de su madre y su hermana.
Los hermanos José “N” de 55 años de edad con domicilio en la col. Lázaro Cárdenas de la ciudad de Durango, amenazó con arma punzocortante y Armando “N” de 56 años de edad con el mismo domicilio de su hermano, profirió amenazas físicas y verbales a su madre.
Ambos fueron detenidos y trasladados a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado y puestos a disposición del ministerio público por la responsabilidad que le resulte y para abrir la carpeta de investigación. Algo anda muy mal en este planeta.
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