No hables de Dios

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JUAN CARLOS 1

No hables de Dios

No me hables de tus creencias religiosas, quiero ver cómo tratas a tu pareja, a tus hijos, a tus padres, al prójimo, a los animales, a tu cuerpo que es tu templo.

No me des sermones sobre la virtud o el pecado.

Muéstrame lo bien que escuchas cuando oyes información que no se ajusta a tu filosofía personal o tus creencias religiosas (sin juzgar); cómo regalas algo tuyo al necesitado, algo de lo tuyo no de lo que porque eso ya carece de valor para ti.

No me digas lo despierto que estás, lo libre que eres y que estas liberado de tu ego.

Quiero conocerte por debajo de tus palabras.

Quiero saber cómo eres cuando te encuentras solo o en dificultades.

Si puedes admitir tu dolor sin pretender ser invulnerable.

Si puedes sentir tu ira sin dar paso a la violencia.

Si puedes sentir tu vergüenza sin humillar a nadie.

Si puedes arruinarlo todo, y admitirlo.

Si puedes decir «lo siento» con sinderidad.

Si puedes ser humano en «tu divinidad».

El Dios del universo ya conoce tu potencial, tus secretos, tus logros, tu esencia, tu mente, hasta lo más profundo de tu alma.

Hay personas que necesitan ser inspirados por tu forma de vivir para comenzar a conocer o conocer mejor a Dios.

Por favor no hables de Dios...

Mejor muéstrame a Dios en ti.

Quiero saber si es el mismo Dios que amo y que soólo nos pide que vivamos nuestra vida regulada por los 10 mandamientos, y el onceavo, que dejó Jesús en sus predicaciones para amar al prójimo.

No hables de Dios si con tu vida practicas todo en sentido contrario a los buenos hábitos que hacen mejor a un hombre y a una mujer que solo necesita tener conciencia sin presumir valores teológicos.

No hables de Dios si riges tu vida con tus propias reglas y lo ignoras porque cress que es tu sirviente, o tu dios exclusivo.

Mejor quédate callado.

No hables de Dios.

ABC

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