Canelo Alvarez mandó a la lona a su compatriota en la mitad de la pelea, clave para el triunfo. FOTO: AP
Por Alejandro Morteo - Vanguardia MX - mayo 4 2024
Entre la polémica generada por periodistas, exboxeadores e incluso el propio Oscar de la Hoya, el jalisciense demostró su plusvalía ante el tijuanense y retuvo el campeonato absoluto de los pesos supermedianos
El T-Mobile Arena vivió una cátedra de boxeo. La sangre azteca hirvió previo llamativo cinco de mayo, - al menos para el pueblo estadunidense-, porque Saúl Canelo Álvarez y Jaime Munguía dieron una buena exhibición en el ring con una pelea que al final se decantó a favor del actual monarca.
El jalisciense venció por decisión unánime a su compatriota, pugilista de 27 años que nunca bajó la guardia frente al actual campeón mundial, unificado absoluto de la AMB, CMB, OMB, FIB y The Ring de peso supermediano, y demostró el futuro que tiene por delante, que ya había sido destacado por su promotor, Oscar de la Hoya, de Golden Boy Promotions.
Los primeros rounds fueron parejos. Por ahí un golpe del fronterizo que puso a temblar a más de uno que veía un triunfo fácil para el Canelo, sin embargo, también hizo gala de la emoción que el público «rugía», episodio a episodio, por las ganas que ambos boxeadores imprimieron en la batalla.
En el cuarto round, el de Guadalajara, Jalisco conectó un certero upper que terminó en la mandíbula de Munguía y lo mandó a besar la lona. Eso fue determinante para que, aunque el ímpetu del bajacaliforniano nunca descendió, el campeón demostró que tenía controlada la batalla.
Fueron sonadas de campana intensas para retumbar los oídos de los dos gladiadores, pero poco a poco se iba inclinando a favor de los guantes de un Álvarez que llegó al ring acompañado por los cantantes de corridos tumbados, el multigalardonado Peso Pluma y su colega, Luis R. Conríquez.
La emoción de un evento mexicano desde Las Vegas se sentía en el T-Mobile Arena. Esa misma emoción se imprimió en los impactos de Jaime Munguía. No se dejó vencer. Ni un solo round. Sacudió de vez en cuando a su experimentado rival pero, al final, imperó la experiencia que actualmente tiene Saúl al momento de pisar el espacio de las cuatro esquinas.
Al final, el alumno de Eddie Reynoso hizo lo que muchos pronosticaban. Saúl Canelo Álvarez ganó por decisión unánime a su compatriota tijuanense, se fue con los brazos al aire, convenció a los jueces con tarjetas de 117-110, 116-111, 115-112, seguirá siendo el mejor de las 168 libras y, al grito de “¡Viva México, cabrones!”, la victoria siempre estuvo de su lado.
Fuente: Vanguardia MX
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