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De acuerdo con el análisis de The Lancet, su expansión trae consigo graves riesgos para la salud pública, afectando no solo a los jugadores sino también a sus familias y comunidades
Rocio Melgoza Delgado - El Economista - sábado 26 de octubre de 2024
La industria mundial del juego está en rápida expansión, y se estima que las pérdidas netas de los consumidores alcanzarán casi los 700,000 millones de dólares en 2028.
Un reciente estudio publicado en The Lancet advierte que la industria global de los juegos de azar ha crecido de manera vertiginosa, impulsada por la digitalización, la accesibilidad a través de dispositivos móviles y la expansión del juego en línea. Sin embargo, esta expansión trae consigo graves riesgos para la salud pública, afectando no solo a los jugadores sino también a sus familias y comunidades. La Comisión de Salud Pública de The Lancet subraya la necesidad urgente de endurecer las regulaciones para evitar daños sociales y económicos significativos.
Según el informe, el juego es un fenómeno cada vez más presente en países con infraestructuras regulatorias débiles. Además, las empresas del sector han perfeccionado estrategias de marketing utilizando redes sociales, influencers y plataformas digitales, lo que les permite llegar a millones de personas y adaptar sus campañas para prolongar la participación de los usuarios. Esto ha difuminado las fronteras entre entretenimiento digital y juegos de azar, lo que agrava los riesgos, especialmente entre los adolescentes.
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Aproximadamente 2.3 mil millones de adultos jugaron en el último año, con una participación mayor en los hombres que en las mujeres.
Aproximadamente 159.6 millones de adolescentes jugaron en 2023. Algunos estudios mostraron que la prevalencia era sustancialmente menor entre las niñas que entre los niños.
Para ambos grupos, las loterías y los productos de lotería de premio instantáneo fueron las actividades más prevalentes, y se estima que casi la mitad de todos los adultos a nivel mundial compraron billetes de lotería al menos una vez en el último año.
Entre los adultos, el uso de máquinas tragamonedas y las apuestas en carreras o deportes fueron las siguientes actividades más populares.
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El estudio también revela que las políticas actuales se centran demasiado en la noción de "responsabilidad individual", lo que desvía la atención de las prácticas empresariales que fomentan el juego compulsivo. "Es crucial reorientar las regulaciones hacia un enfoque de salud pública", menciona la Comisión. La investigación resalta la necesidad de abordar los daños relacionados con el juego mediante campañas de sensibilización, prohibición de publicidad y límites estrictos al acceso y promoción de los juegos.
A nivel mundial, las políticas sobre el juego se han centrado principalmente en intervenciones dirigidas a las personas que juegan, en lugar de regular las prácticas, productos y sistemas perjudiciales de la industria".
Entre las recomendaciones clave se destaca la creación de reguladores independientes en cada país, que se centren en la protección de la salud pública, además de establecer controles efectivos sobre los productos más dañinos, como las apuestas en línea y los casinos virtuales. "Las medidas regulatorias deben incluir sistemas universales de autoexclusión y límites obligatorios para depósitos y apuestas", apunta el informe.
Repercusiones devastadoras
El estudio resalta que los juegos de azar pueden tener repercusiones devastadoras, como la pérdida de empleo, rupturas familiares, violencia doméstica e incluso suicidio. Además, su impacto no se limita a los jugadores habituales: "Un 46,2% de los adultos han participado en alguna forma de juego el último año, y el 10,3% de los adolescentes ha jugado en línea, lo cual es preocupante", señala el informe.
El juego puede causar daños importantes a las personas, las familias y las comunidades. Más allá del peligro evidente de pérdidas económicas y ruina financiera, estos daños pueden incluir la pérdida del empleo, la ruptura de relaciones, efectos sobre la salud y repercusiones relacionadas con la delincuencia": The Lancet
Regular para atajar como problema de salud pública
A nivel internacional, la comisión de The Lancet insta a organismos como Naciones Unidas a incluir la regulación del juego en sus estrategias globales de salud. También sugiere que se forme una alianza internacional de la sociedad civil, investigadores y organizaciones con experiencia en el sector, con el fin de liderar los esfuerzos para frenar los daños derivados de esta industria.
El juego debe reconocerse como un factor de riesgo para la pobreza".
Finalmente, la Comisión sugiere que se inicie un proceso en la Asamblea Mundial de la Salud para adoptar una resolución que reconozca el juego como un problema de salud pública global.
"El juego es un problema de salud pública. Al establecer políticas, los gobiernos deberían dar prioridad a la protección de la salud y el bienestar por encima de otras motivaciones económicas".
Fuente: El Economista
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