Mi pueblo y mi autoridad moral, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador el tres de octubre, son mi escudo protector.
Cayó de la gracia del entonces presidente electo cuando una revista del corazón publicó fotografías de la boda excesivamente suntuosa de Yáñez con la empresaria Dulce María Silva, a la que asistió el propio López Obrador.
No les bastó con la exoneración del general Cienfuegos. Pareciera que buscan ser intocables. Y esos no pueden ser los términos de la relación entre el poder militar y el poder civil, ni mucho menos las condiciones en las que se plantee su necesaria participación en tareas de seguridad, precisamente el tema que hoy se discute.
A petición de la FGR, un juez federal canceló 21 de las 83 órdenes de aprehensión que se habían girado contra servidores públicos –militares, 16 de ellos– por su presunta responsabilidad en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Esa maniobra fue realizada por funcionarios de la Fiscalía ajenos al proceso judicial. Ni siquiera le avisaron a la Unidad Especial de Investigación y Litigio que lleva el caso. Entre los exonerados está quien fuera comandante del 41 Batallón de Infantería y coordinador del programa Guerrero Seguro, coronel Rafael Hernández Nietom, y el exfiscal guerrerense Iñaki Blanco Cabrera.
A AMLO, en su afán por cambiar todo y hacerlo de manera precipitada e irresponsable, no le importa convertir a las instituciones públicas en pantomima. Han sido objeto de humillación, sometimiento y burla la democracia, el sistema federal, el Congreso de la Unión y el Poder Judicial de la Federación.
Era director de la UIF de Coahuila en el actual gobierno del priista Miguel Riquelme.
PATRICIA Y ESTEBAN SI CONOCEN
LA PROBLEMATICA DE DURANGO
LA CORRUPCIÓN EN MORENA DEBILITA
LAS PROPUESTAS DE MARINA VITELA.
BUENAS APORTACIONES DE PATRICIA FLORES,
PERO SU PLATAFORMA ESTÁ MUY DEBILITADA.
FORTALECER LA SEGURIDAD PUBLICA, SALUD, Y
DEFENSA A LA MUJER, PRIORIDADES DE ESTEBAN.