Seguí ese periodo de irregularidades tratadas con indiferencia por el ex gobernador Aispuro Torres porque asi convenía a sus intereses, y escribí, aunque estaba lejos de la capital de Durango, porque consideré necesario abrir la boca en medio de un silencio cargado por los fuertes intereses. Hay que esperar para ver si el gobernador Esteban Villegas Villarreal limpia la podredumbre de la UJED o se lava las manos con el respeto acomodaticio de la «sacratísima autonomía». Hay mucha tela para cortar a la medida de todos los que se benefician con los repartos semejantes que inventaron y luego aplicaron con el presupuesto del gobierno estatal. De la casa de estudios salió el procedimiento para repartirse el pastel estatal.
24 de mayo de 2017
El Paso, TX, Estados Unidos de América
Por Alfonso BLANCO CARBAJAL
Tal vez el gobernador José Rosas Aispuro Torres si pensaba mantenerse aislado del conflicto universitario. Tal vez, pero cuando vio que Erasmo no tiene capacidad para ser rector, decidió «atraer» el conflicto y manejarlo el mismo detrás de un telón con fondo de «autonomía».
Para el gober, Erasmo cometió un error al aceptar su renuncia y firmar un acuerdo con los integrantes del Frente Universitario en Defensa de la Autonomía de la UJED (FUDAUJED). Y eso se infiere porque externó de inmediato su inclinación por el grupo de la oscuridad universitaria.
El primer apoyo oficial a ese rector mal incrustado lo manifestó el gobernador Aispuro al finalizar la ceremonia de entrega de las 356 medallas inventadas por Erasmo para desmentir con mentiras que la excelencia académica siempre se ha conservado. En su ceremonia, a Erasmo le faltó decir que el retraso académico solo está en la mente de los disidentes.
Aispuro ha dejado escapar la oportunidad de recibir una Universidad limpia de basura, pero está obsesionado por mantener a toda esa gente que no ha hecho nada bueno por la UJED y sí, en cambio, la han destrozado con fracasos en calidad académica y la creación innecesaria de más de mil plazas de catedráticos designados. Si, designados para dar empleo a los recomendados del mandatario estatal.
Sin necesidad de profundizar mucho en los detalles de ese conflicto, el gobernador del estado ha hablado sin sofismas, porque no es su estilo, y refrendó su postura hacia el lado obscuro que mantiene en penumbras a la máxima casa de estudios. Es la segunda ocasión que el mandatario desdeña la raíz de un viejo problema en favor de Erasmo Návar García y crea más encono y desconfianza.
Sin embargo, muchos fingen no entender el mensaje y lo cambian con un estilo propio de panegirismo con disfraz de periodismo. Dibujan un panorama alentador, halagador, fulgurante y prometedor, mediante la hipoteca implícita de la autonomía, convertida en pesadilla para muchos universitarios, menos para los benficiarios.
Expuso la verdad que algunos no quieren entender. Otros la presentan con la mitad saturada de mentiras para darle un toque dialéctico. Aispuro Torres mostró su postura sin esconderse. El dijo la verdad, pero sus juglares se muestran más cínicos con un juego verbal que confluye en un auténtico confucianismo. No le hacen ningún favor al gobernador.
Son tan elogiosas y aduladoras las evaluaciones de los mensajes del jefe del Ejecutivo estatal, vinculados con los conflictos de la UJED, que desvían la verdad y desgracian la realidad. En lugar de darle un manejo auténtico al conflicto de la Universidad, le dan un uso indignante que desinforma y mal informa. Confundieron a algunos y encendieron a muchos.
“Habrá nuevo rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) hasta el 2018”, sentenció Aispuro Torres el jueves 18. Es una declaración abierta de respaldo a la continuidad de Erasmo Návar García al frente de la rectoría de la UJED. Lo ha dicho varias veces y se deja en su estado literal sin informar la verdad que subyace en el mensaje.
Como máxima autoridad del estado, solo al gobernador le corresponde mover las piezas de ese ajedrez que muchos comienzan a convertir en tablero de damas chinas, para duplicar las fichas y desdibujar más una realidad ya intolerable para la sociedad y la comunidad universitaria.
Algunos creen que Manuel López Obrador ya está en medio. Otros opinan que Jorge Herrera Caldera sigue moviendo a su gente y que Erasmo es de ese grupo. Hay muchos rumores que están alejados de la realidad que ha vivido la UJED en los últimos tres meses. Creer de esa manera es restarle fuerza a la investidura del mandatario estatal y yo no comparto esa opinión.
Creo que al mandatario estatal se le olvidó evaluar el trabajo de Erasmo porque tomó una determinación a la velocidad del rayo. Todo mundo sabe cuántos traspiés ha tenido Návar García. Todo mundo sabe que Erasmo no tiene ningún mérito en su evaluación como rector. Todo mundo sabe que está acabado y arrastra a la casa de estudios al desfiladero. Todo el mundo lo sabe.
Erasmo no cometió un error. Ha cometido muchos. Ya rebasó el límite de la tolerancia de los duranguenses. Perdió el rumbo de la responsabilidad y convirtió la UJED en una agencia de empleos que ha desempeñado un papel sobresaliente en la lucha por aligerar la tasa de desempleo entre un grupúsculo de mañosos.
Erasmo etiquetó de incompetente a la administración sexenal pasada y en un descuido también hace lo mismo con la actual, que aun no encuentra su rumbo porque quizá está desfasada.
También ha creado otros empleos para engrosar las filas de los beneficiarios del nepotismo, el amiguismo, el compadrazgo, el influyentismo. El precio es muy elevado y se cotiza con el desplome progresivo de los programas académicos, de investigación y de promoción del arte y la cultura.
De igual manera, me inclino a pensar que al equipo de consejeros del mandatario estatal le faltó asesorar bien a su jefe. O el mandatario no tiene asesores. O no los toma en cuenta, o los asesores son puros valedores.
Aispuro también dijo que «los acuerdos tomados en el proceso que vive la máxima casa de estudios se van a respetar, se va a permitir que haya esta transición ya que está próxima la renovación de la rectoría, el siguiente año».
Pero sigue de frente e ignora la renuncia de Erasmo, comprometida por escrito y firmada por él mismo Erasmo y los demás integrantes de la comisión que estampó su rúbrica en el documento.
Con la primera declaración de respaldo a Navar García se trastoca la autonomía que a él tanto le preocupa porque lo ha manifestado muchas veces, pero se trata de la piedra angular de un conflicto en ciernes, de la institución de estudios superiores que ha sido manipulada como una colonia popular o como un organismo social sin relevancia.
Ahora se duda del supuesto respeto a los acuerdos de transición de la autonomía porque todos los que dirigen la UJED la pisotean y reciben votos de confianza y de prosperidad.
Ese es el cambio que no encuadra en una sociedad desconfiada, que cada día recibe más promesas que proezas y no se ve una decisión firme que cierre, corte, acabe o limpie a la UJED, convertida en la cueva del cuento de Sherezada.
De nada sirven los resultados frente a la superioridad de las consecuencias de la corrupción y la impunidad incrustadas en todos los rincones del estado. Está demostrado que hay que caminar en sentido contrario para ser bien aceptado.
De nada sirve que Erasmo insista como perico que fue electo por un consejo universitario, en lugar de reconocer que fue designado por un gobernante del estado. Le conviene caminar auto anestesiado y le preocupa más una legitimidad rematada a un precio menor que el de un rollo de papel sanitario. Es cuestión de opiniones, pero va por el rumbo equivocado.
Erasmo ya se había comprometido a renunciar. Se comprometió sin presiones porque se sentía aislado, pero en cuanto recibió el respaldo oficial se reveló como intocable, envalentonado. Erasmo Návar García no es un personaje de instituciones. Es un sujeto de pasiones. Se sintió en la cima. Se creyó en el Olimpo y durante el sexenio gubernamental anterior dejó caer la Universidad sin preocupaciones. Es una verdad innegable, por eso están encendidos los verdaderos universitarios.
Las palabras del gobernador Aispuro fueron de confianza en un compromiso que «debe ser respetado por las decisiones internas de la Universidad» pero, sin dudas, apoyar su expansión en todos los sentidos para mejorar la «calidad académica». Insistió en su confianza en que hay madurez de los universitarios y remató: «lo que importa es el objetivo que debemos de tener, el de fortalecimiento de nuestra institución».
Entonces ¿los acuerdos deben ser respetados SI o NO? No está claro. Por lo menos a mí se me hizo bolas el engrudo con las mismas declaraciones que ya se convirtieron en sofismas.
Hace muchos años que la UJED dejó de funcionar con objetivos. La máxima casa de estudios de Durango no tiene emprendedores. Está llena de perdedores que la dejaron en ruinas.
Aispuro afirmó que el nuevo proceso se iniciará cuando los universitarios lo consideren conveniente y no puede ser más allá de los plazos que están establecidos. Tampoco eso se va a lograr, porque los ánimos ya llegaron a la máxima altura de la escala termométrica y porque no hay bases confiables.
De igual manera queda en el aire su voto por la supuesta «libertad para incentivar a la participación de los universitarios, para que elijan sin ninguna presión quién deba de ser la próxima rectora o rector de nuestra Universidad». No hay confianza.
No hay certidumbre. No hay credibilidad.
Chihuahua y Durango ostentan en este momento períodos de elección para cambiar rectores en el 2018, en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y en la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
Comentan los periodistas chihuahuenses que para mantener la calma y prevenir cualquier brote de violencia que pudiera desestabilizar a la casa de estudios juarense, el gobernador Javier Corral Jurado se reunió con el rector de la UACJ, Ricardo Duarte Jaques, para indicarle que se mantenga al margen de las actividades electorales de esa casa de estudios juarense.
El mandatario chihuahuense y el rector juarense se reunieron en el restaurante Shangri-La de Ciudad Juárez el día 16 de este mes «para establecer un pacto», eso dicen, en el que Corral Jurado va a intervenir en la renovación de rector. Se trastoca la autonomía con valores entendidos y se mantiene la paz dentro de la UACJ.
Corral Jurado quiere tener parte en el nuevo rectorado, así como lo hacen los gobernadores de todos los estados. ¿Por qué Aispuro se muestra tan legalista con una autonomía subyugada en manos de uno de los verdugos? ¿Por qué insiste en recompensar a los rudos? ¿Por que cuenta tantas mentiras si sabe que la autonomia es un mito?
Además hay una diferencia muy grande en los dos casos. El rector de la universidad juarense no tiene conflictos y es muy respetado, incluso por el mismo gobernador Corral Jurado, aunque el rector sea hermano del ex gobernador del estado, César Duarte Jáquez.
En cambio, Erasmo Návar García es repudiado y considerado como espurio por los mismos universitarios. Por eso no se entiende cuál es la jugada de Aispuro y su interés en mantener en la rectoría a un sujeto que la mayoría no respeta y ha sido muy injuriado.
Es preferible que se llegue a la imposición disfrazada. Hacer los arreglos necesarios con la autonomía de fondo, así como se pactó en Chihuahua.
En su tiempo, la renuncia anticipada habría sido de cualidades astringentes para una administración gubernamental renovada, pero la renuncia retrasada es un estigma que deja una marca de desprestigio bien plasmada. Una renuncia no es edificante, pero en este momento no hay opción para Durango. O renuncia o lo renuncian o su permanencia va a ser decidida por la mafia que controla a la Universidad.
De la revuelta colectiva –en el caso de Durango- para demandar la renuncia de un rector vilipendiado, es un desprestigio de mayor medida que no fue considerado, pero se configura la obstinación de sostener en el mando a una efigie irresponsable, incompetente e imposibilitada para ofrecer buenos resultados.
A Erasmo solo lo respaldan los mismos que él incluyó en una nómina de gente mal formada. Sabía con anticipación que la UJED iba a arder en llamas. De un día a otro cambió, y anunció que no se retiraba. Es incompetente y carece de iniciativa propia, pero en este momento le conviene ser obediente. Por eso sigue al frente.
Con ese mismo procedimiento, Erasmo y su patrocinador -o sus patrocinadores- convirtieron la transición de legalidad para la defensa de la autonomía en una «transacción ilegal». Es evidente.
Para quienes están detrás del conflicto es mejor sacrificar la autonomía de la UJED y mandar la excelencia académica al bote de basura, aunque los universitarios ya están hartos y fastidiados de que se les siga tomando el pelo con promesas de un cambio que sigue trasnochado.
Están indignados con los mensajes de Aispuro Torres, que «no son conciliadores y siembran discordia entre los grupos de Erasmo y sus opositores».
Si se descuidan, el problema de la UJED será un gran río revuelto, en el que solo ganarán los tiburones, los peces gordos, no los pescadores.
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LOS RECIENTES TRASPIES DE ERASMO:
1. Llenar el edificio central de porros es otra prueba de impunidad.
2. Esas vejigas que utiliza para nadar, también son testimonio de su incapacidad.
3. Convirtió el edificio central en una guarida de hampones, como si fuera un Vitto Corleone, desesperado para conservar lo que no tiene ganado.
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