​Regla 50/50 para recordar 90 por ciento de una lectura

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La lectura es uno de los habitos que deben inculcarse al humano desde su nacimiento.


Muchos métodos escolares que tienen como objetivo despertar la mente del niño se basan en la repetición de una estructura, ya sea matemática o lingüística. No en vano, el aprendizaje se reduce a solo dos vertientes: repetición y relación de lo aprendido con el conocimiento existente. Los conceptos no serían nada si no pudiésemos buscarles el sentido dentro de otro conjunto de conceptos. Y el propósito final de aprender no es más que aplicar lo aprendido cuando conviene en la cotidianidad y sus problemas.

Thomas Oppong es una de las mentes más brillantes de la actualidad. Es fundador de la empresa AllTopStartups y ha escrito sobre creatividad, superación personal y productividad en diversos medios como «Business Insider»', «Forbes» o «Entrepeneur». Para él, si quieres retener algo en la cabeza, solo debes repetirlo muchas veces hasta que se haga un hueco en tu cerebro. «Piensa en algo con la suficiente frecuencia y el recuerdo llegará automáticamente», afirma en «Medium». «Todo lo que aprendes no tiene por qué olvidarse, pero a veces se vuelve más difícil si no piensas en eso lo suficiente o no buscas atajos mentales para llegar al recuerdo».


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Por eso, uno de los trucos más efectivos para que no se te pase nada es la conocida regla 50/50, es decir, dedicar la mitad de tu tiempo en aprender, procesar, retener y recordar información y la otra mitad a explicar lo aprendido. «Por ejemplo», señala Oppong, «en lugar de leer entero un libro, solo lee la mitad y, antes de continuar, recuerda, comparte o escribe las ideas clave que ya has interiorizado hasta ese punto».

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«La mente es como un músculo», observa el empresario. «Cuanto más se ejercita, más fuerza adquiere. Durante miles de años, las personas han comprendido que la mejor manera de entender un concepto siempre es explicárselo a los demás. Como dijo Séneca en su día, 'cuanto más enseñamos, más aprendemos'. Tus ideas nunca serán tan eficientes como tu habilidad para hacer que otros las capten».

Según una investigación, los alumnos conservan casi 90 por ciento de lo que aprenden cuando se lo explican o enseñan a otra persona, o bien lo aplican de inmediato. «Cuando se comparte algo con alguien, se recuerda mejor del contenido de lo que se ha contado», puntualiza Oppong. «Desafías tu comprensión y te obligas a pensar. Todo lo que debes hacer es enseñar a otros, no solo por ellos, tambié por tí».



Ese enfoque está vinculado con la técnica de Feynman, un físico teórico estadounidense que fue condecorado con el Premio Nobel de Física en el año 1965 por sus contribuciones al desarrollo de la electrodinámica cuántica, pero también aportó sus saberes en el terreno de la mente y el aprendizaje.

Aprenda mientras enseña a otra persona un tema en términos simples para que pueda identificar rápido los huecos de su conocimiento», según manifiesta el método. Eso fue útil para él porque le ayudó a explicar temas densos como la física cuántica a cualquier persona, independiente de su nivel intelectual.


Fuente: elpuertoalminuto

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