El Paso, TX.- Nadie pudo hacer nada para salvarlo. Observaban y caminaban de un lado a otro, pero nadie podía acercarse al auto en llamas en ese accidente ocurrido el sabado a las 11:00 de la noche.
Contra su voluntad, los rescatistas voluntarios vivieron momentos angustiosos, con un nudo en la garganta y ese dolor que se siente en el pecho por la imposibilidad de ayudar al que clamaba con sufrimiento innenarrable, un adolescente de 17 años.
Las llamas lo devoraban ahí, adentro, y sus gritos estruendosos hacían que los obervadores del siniestro cruzaran las miradas, enmudecidos. Lo único que podían hacer era observar y soltar las lagrimas que no pudieron contener por el cuadro dantesco que solo ahí percibieron con los ayes de dolor, las llamas, el sonido del fuego cuando consume lo que atrapa, y el calor intolerable que narra Dante en «La Divina Comedia».
Impotentes y aborbidos por el dolor, los que trataban de acercarse el vehiculo retrocedían porque eran rechazados por el calor intolerable a 10 o 12 metros en los 360 grados a la redonda del vehículo con el joven que agonizaba en su interior.
Uno de los testigos del accidente habló desesperado a casa para avisar y pedir ayuda que no podia llevar nadie de la familia. El automovil ya estaba en llamas y nosotros nos enontrábamos en el noreste de la ciudad, a media hora del sitio donde se presentó el siniestro. La zozobra invadió a muchos de los que estaban presentes en el 11700 de Pebble Hills Blvd., entre Saul Kleinfeld y Arrambide, frente a la parroquia de Saint Mark.
Unos comentaban que habia tres ocupantes porque al empezar el incendio del Chevrolet Impala 2007 color plata, volcado, alguien vio a otros dos menores que salieron del auto y se alejaron, un varón de 14 años, el conductor, y una muchachita de 13, ambos alcanzados por el fuego inicial y hospedados por algun buen samaritano en un hotel ubicado en Gateway East. Lograron salir del auto en llamas pero sufrieron quemaduras graves por el choque y tuvieron que ser trasladados en avión al Lubbock Burn Center, hospital especializado en atender quemaduras severas.
Muchos hablaron al 911 para avisar del incendio, pero la respuesta llegó muy tarde. Las llamas consumieron el vehiculo que traía tanque de gasolina lleno, y al ocupante atrapado en el asiento trasero. En seguida hubo una explosión que apagó los gritos tormentosos del joven que no dejaba de gritar por el dolor que le causaban las quemaduras y pedía auxilio.
Los primeros policías que arribaron antes de la explosión, comunicaron que no se podía hacer nada y los bomberos tardaron en llegar.
El vehículo invadió el camellón y golpeó una roca que está en el centro de ese lugar. Se cree que en ese momento se rompió el tanque de gasolina, comenzó el incendio y al volcar se impactó con un poste de líneas eléctricas y se detuvo en su cubierta o techo en los carriles al este de la Pebble Hills.
Triste final para ese jovencito que perdió la vida, y preocupante y doloroso padecimiento para los dos adolescentes que están en peligro por la gravedad de las quemaduras que sufrieron.
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