El Mundial de Qatar sigue bajo investigación. FOTO: GETTY IMAGES
Por Reinaldo Oliveros
El ex vicepresidente de la FIFA y antiguo responsable de la Confederación de Fútbol de Oceanía, el tahitiano Reynald Temarii, es el primer imputado en la investigación francesa por presunta «corrupción» en la atribución a Qatar del Mundial de 2022.
Según confirmó este sábado la Fiscalía Nacional Financiera francesa, sobre Temarii pesan los cargos de «corrupción privada pasiva» por su actuación en 2010 para que el Mundial pudiera ser organizado en el emirato del Golfo Pérsico.
Los investigadores consideran que el ex vicepresidente de la FIFA recibió 305 mil 440 euros de forma oculta procedentes del multimillonario qatarí Mohamed Ben Hammam, también vicepresidente de la FIFA y en aquel momento estba al frente de la Confederación Asiática, publica el vespertino Le Monde.
El dinero debía servir para que Temarii apelara la suspensión impuesta poco antes de la atribución del Mundial de 2022 por el comité de ética de la FIFA contra él por «deslealtad», lo que bloqueaba el nombramiento de un sucesor hostil a la candidatura qatarí.
El éxito de la candidatura catarí fue cuestionado desde que la FIFA (Federación Internacional de Fútbol) anunció en 2010 que ese país, que nunca se había clasificado para un mundial antes, albergaría el campeonato en 2022.
La decisión generó acusaciones de que miembros de la FIFA habían sido sobornados, pero una investigación independiente comisionada por la Federación de Fútbol no encontró ninguna evidencia.
Qatar ha negado todas esas acusaciones. Sin embargo, una investigación por corrupción por parte de autoridades francesas sigue abierta, y en 2020 Estados Unidos acusó a tres funcionarios de la FIFA de recibir pagos.
En junio de 2017, la FIFA reveló después de una investigación más exhaustiva que Josep Blatter y otros dos miembros de alto rango de la organización habían robado 80 millones de dólares en «un esfuerzo coordinado para enriquecerse a través de aumentos salariales anuales, bonos de la Copa del Mundo y otros incentivos» durante cinco años.
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