​El pueblo no quiere una guerra con Israel, dice un obispo maronita

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Israel


Humo procedente de una de las zonas alcanzadas por misiles disparados desde el norte del Líbano (AFP or licensors)


Mientras crece la tensión entre Israel y los milicianos de Hezbolá, la Iglesia libanesa reza por la paz y ofrece ayuda a los aproximadamente cien mil refugiados que han huido del sur del Líbano, donde continúa la violencia.


Marco Guerra – Ciudad del Vaticano

Las tensiones entre el Hezbolá libanés e Israel no disminuyen. El lunes, el ejército israelí derribó varios drones lanzados desde el Líbano hacia el norte de los Altos del Golán. Sonaron sirenas en la zona, informaron las IDF, señalando que no hubo heridos.

Dos días de lanzamientos desde drones

El domingo también se produjeron lanzamientos desde drones contra Israel que alcanzaron las zonas de Hanita y Ya'ara, provocando varios incendios. El ejército israelí llevó a cabo una oleada de ataques en el sur del Líbano en respuesta a lo sucedido.


Israel bajo ataque desde Yemen y Líbano

Unos cien mil desplazados en el sur del Líbano

El atentado terrorista perpetrado el siete de octubre por Hamás contra Israel provocó una escalada de enfrentamientos también con Hezbolá. En el sur del Líbano, en el distrito de Marjayoun, se registran ataques todos los días y hasta la fecha, según algunas ONG, hay noventa y seis mil ochocientos veintinueve desplazados y al menos cuatrocientas treinta y cinco víctimas, de las cuales, al menos, noventa y siete son civiles.

La Fundación Avsi, en una nota, informa que unas sesenta escuelas ofrecen actividades sólo a distancia y el Ministerio de Educación se dispone a iniciar también la enseñanza a distancia para el próximo curso escolar. Muchos de los padres han tenido que abandonar sus hogares, otros han perdido su trabajo y ya no saben cómo alimentar y mantener a sus familias.

Monseñor Khairallah: compromiso por la paz y por la acogida

«Mientras no haya un alto el fuego en Gaza, la violencia continuará en el sur del Líbano entre Hezbolá y los israelíes, los libaneses del sur sufren las consecuencias de esta guerra a pesar de que no desean un conflicto con Israel», declaró a Radio Vaticano monseñor Munir Khairallah, obispo maronita de la diócesis libanesa de Batroun.

El prelado habló asimismo de los desplazados que llegan del sur del Líbano: «Generalmente son acogidos por familiares y amigos, pero la Iglesia también desempeña su papel ofreciendo un techo a los necesitados, que se suman al más de millón y medio de refugiados sirios que siguen en el Líbano».

Por último, monseñor Khairallah recordó el compromiso pastoral de la Iglesia libanesa, «en ausencia del Estado» hay «un retorno a la Iglesia y a la fe», anteayer tercer domingo de julio, fue la fiesta de San Charbel y «miles de fieles acudieron a rezar al santuario de San Charbel llevando una gran esperanza, especialmente los jóvenes».

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